lunes, 25 de abril de 2011

Tú, de amarillo casi blanco


Te lo dijo el niño  en la guardería al verlo llegar en busca de su hija :   “e……e…….es……un homme  ¡maggón!”.  Desde que me lo contaste imitando la intensidad de su sorpresa ante la tez  del padre marroquí, miro a esos hombres y mujeres marrones de otro modo.  Recuerdo a uno, alto y joven, con perpetuos  pantalones blanco chándal,   exhibiendo su soledad día tras día deambulando calle Cervantes arriba, calle Cervantes abajo. A las nueve ya iba solo. A las diecinueve, proseguía su paseo,  sólo.  Siempre así, sólo, sólo, sólo.  En su ir y venir nunca   le vi mediar  palabra  y pensaba: “Acabará loco”.  Entonces me asaltaba un punto  de ansiedad, como si me fuese algo en ello.  Y  es que yo, que vago   a  menudo sólo saltando  de idea en idea y de proyecto en proyecto, soy  un poco marrón. Marrón de tierra  que huye de ser páramo. Marrón de arcilla promesa de formas nuevas. Marrón de fruto otoñal empeñado en sobrevivir al invierno. Marrón que  explora en el rojo el contrapeso ideal de negros pensamientos. Y en esos instantes de búsqueda e incertidumbre, tú, de amarillo casi blanco, esperando, siempre. Tú de amarillo, casi blanco, iluminando siempre. Tú, siempre tú. Y yo puedo seguir vagando.
Hace tiempo que no lo veo. Tal vez esté donde su amarillo casi blanco. Eso espero.
25 de Abril, tuyo, mío, nuestro.

jueves, 21 de abril de 2011

Admirad@ X




X  vino al mundo  porque l@ trajeron. Sobrevivió porque hizo por comer y porque  l@ alimentaron.  Aprendió porque quería  saber y porque le enseñaron. Amó,  sufrió y creyó,    gracias a much@s  otr@s X con quienes se encontró y a quienes dió motivos y razones para ello. Trabajó en una empresa de otr@  X para quien hasta entonces era  desconocid@,  porque así lo decidió  pero  que le permitió seguir aprendiendo y ampliando miras, gracias a lo cual tuvo una interesante idea. Con esfuerzo,  asesoramiento y otras ayudas montó la suya.  Lo hizo, como la mayoría que emprende un negocio, pensando no en sumar  voluntades en un proyecto a compartir, sino en asegurar su sustento, "progresar" económicamente y a ser posible, hacerse  ric@. Milagro. En unos treinta años llegó a serlo, claro está,  con su trabajo y con el de bastantes otr@s X, aunque est@s no lo son.   Dicen que se ha hecho a sí mism@. Y lo peor de todo es que se lo cree. ¡No! ¡Que nos lo creemos!



PD:  ¿Quién es X?

Solución 1: Mira a tu alrededor, escucha, lee  y seguro que puedes ponerle nombre.
Solución 2: Si crees que lo que eres y lo que tienes no se lo debes a nadie, aunque no tengas cuenta millonaria, eres  candidat@  perfect@.





sábado, 16 de abril de 2011

PROFESIONES MenOrEs


Gozar de  cañita,  jamón y queso en una terraza al abrazo del  sol de primavera… Deambular plácidamente por el parque bordado de pensamientos y tulipanes… Embriagarse con el perfume de la hortaliza recien llegada del vespertino faenar de la huerta...  Cosas  que no tienen precio pero a las que se lo hemos puesto.
Hace unos meses, el presidente del BBVA respondía, ante el accionista que le increpaba sobre el abultado sueldo de un ejecutivo, que cada cual debe de tener una remuneración acorde con la riqueza que genera. Día a día cientos de camareros llenan cañas de felicidad para miles de personas. Solitarios pastores miman sin horario sobrias ovejas de lana y leche. Cada cambio de estación, el celo de los jardineros arrebata,  por un eterno instante, el  incesante trajín de nuestros sentidos. Puestos a comparar con los ejecutivos del BBVA se me antojan pocos sus honorarios y consideración social para el caudal de satisfacciones que originan. Me resulta un misterio la razón por la que colectivamente asumimos como “natural” semejante diferencia. Solo se me ocurre un sibilino argumento: lo dejamos estar no sea que nos cobren por pasear; lo dejamos estar porque durante unos minutos de bar,  nos evadimos jugando  a ser, por pocos dineros, señoritos de corte inglés.  

viernes, 8 de abril de 2011

El tablero de las mil y una partidas



Comienza la partida con movimientos estudiados. Tú: aquí;   tú: p´allá;  tú, trae tu mesa junto a la mía. Son  reyes  de un tablero de apenas cincuenta metros cuadrados que tras el pistoletazo de salida,  despliegan sus peones con inusitada energía: la  mirada, el guiño o el comentario cómplice para el colega; el  corrector-bala para quien está enfrente;  la broma  que da  ambiente y protagonismo y a veces el disparate distractor, el mal gesto o el insulto. Y tú, en medio, redireccionando, convirtiendo la broma en el perchero del concepto y el disparate en espejo de lo innecesario. Todo para proteger la esencia del juego: aprender a vivir con, a saber  quién y no quién, a elegir qué y no qué, a replicar con razones y  a escuchar siempre.
Por minutos, las jugadas se complican. Los monarcas construyen torres desde las que descubrir  mundos y proteger el suyo. Cabalgan en los alrededores de lo incierto y de lo “prohibido” . Y  tú, intentas no ignorar el mundo que  desean en ese instante  pero no siempre puedes ofrecérselo. A veces fundir ambos es un ejercicio difícil, otras imposible, pero tienes que intentarlo. Procuras hacer  más fuerte cada una de las atalayas, abriendo ventanas nuevas y clausurando las mazmorras del egocentrismo. La afectividad es una asignatura más,  por eso haces la jugada de escuchar en la intimidad aquello que no se atreven a decir o no saben escuchar en casa,  o introduces  en problemas de matemáticas sus inquietudes para hacerles patente que en la vida todo es número. Hay momentos de fuego cruzado entre torres inexpugnables y caballos desbocados que tienes que reconducir poniendo tus once sentidos. Y ese fuego cruzado, esos tsunamis psicológicos te “queman”, te desgastan. Pero va en el sueldo.
Para la mayoría, su ficha reina, la inteligencia, permanece amarrada a las estrategias de la infancia. Unas estrategias que les proporcionan confort y seguridad pero que  limitan  su evolución como persona.  Y te embarcas en la  ardua tarea de  ayudarles a tomar conciencia de que la inteligencia no es memorizar datos, sino tejer una tupida malla de  relaciones entre los campos del saber humano para resolver adecuadamente sus problemas cotidianos y existenciales.  Entonces, organizas tu ejército  de alfiles, torres, caballos y peones en forma de sugerencias, propuestas, discusiones…para movilizarles, cuestionarles; para intentar que “toquen el cielo con las manos” y  te encuentras con veinte o treinta frentes abiertos en los que tienes que resistir a base de constancia y paciencia, esperanzado en  que todos vayamos a salir airosos.
Y después, llegar a casa, situarte en los otros tableros de tu vida, para a continuación en un hueco de la tarde y de la noche estudiar los movimientos con los que a la mañana siguiente comenzarás las clases.

lunes, 4 de abril de 2011

Desilusión

                                                  


Mar Blanco ha estado en el colegio. Me hubiese gustado escuchar sus vivencias acerca del terrible suceso que conmocionó su vida y las de todos nosotros aquel horrible julio del 97 . Atisbar, al hilo de su relato,  el torrente de emociones que le condujo a recoger con "dos"   el testigo de su hermano.

Sí, me hubiese gustado, sí,  que los chicos de catorce y dieciseis años , ajenos a tan crueles caminos de la vida, escucharan sus deseos de  poder vivir en libertad su  vida  vigilada. Me hubiese gustado, sí, pero no ha sido posible. A Mar se le han abierto las puertas del colegio (sic) para hacerse la foto de campaña y se ha ido.  Desorganización ...Desilusión...política...elecciones.

domingo, 3 de abril de 2011

¡En marcha!


                       

Mi amiga comentaba la realidad de su   joven hijo en paro.  No sé cuantas veces ha enviado su currículo, decía. “Intentará trabajar con algún melonero mientras llegan mejores tiempos. Entre tanto no sabe que hacer para colaborar con la familia. Hoy arregló el césped y se ha propuesto  encalar mañana el patio. Me  desgarro  cuando  lo veo pedirme avergonzado dinero para una litrona ¡Y es que no se  cómo ayudarle!”
 Revivo para mis adentros la reciente experiencia de mi hijo mayor,  estudiante de quinto de carrera, acudiendo a una entrevista de trabajo en la que en una empresa madrileña le ofrecían, eso si, sin vergüenza, trescientos euros mensuales por trabajar diariamente de ocho a una. La voz de mi amiga me conmueve pues no hay palabras con más verdad que las de una madre herida por el dolor de un hijo.  Habría que hacer algo.  Fantaseo.  Imagino todos los primeros de mes concentraciones de las MADRES DEL NO AL PARO Y  LOS SUELDOS BASURA ante la sede de los grandes especuladores, financieros, banqueros o ejecutivos con remuneraciones millonarias o las de  los partidos  políticos cuyos presidentes y secretarias generales ganan cientos de miles de euros anuales y que no tienen vergüenza de pedir recortes y despidos para los demás ,  y ante las  de muchos y muchos otros para decir  ¡basta!  ante tamaña  injusticia social . Si  mes tras mes así ocurriese…¿tendríamos la  desvergüenza de no escucharlas? ¿Tendrían  tantos jóvenes en paro la poca sangre de dejarlas solas  en esa tarea?   
Jóvenes del paro: ¡En marcha¡ Dejad de ser invisibles. Haced públicamente presente vuestra indignación. Organizaros  y asociaros en agrupaciones sociales o políticas nuevas comprometidas con los derechos humanos y con una economía  que no este basada solamente en el beneficio, sino que responda a un modelo que posibilite el desarrollo digno de  las personas. Las actuales, las que han detentado o detentan el poder en el gobierno central y  las autonomías ,que también tienen competencias sobre empleo, son responsables de la situación que estáis viviendo. Contáis con el poder de vuestra juventud, vuestra preparación y el de las tecnologías  a vuestro alcance. Costará sangre, sudor y lágrimas, pero  sin duda  es una aventura apasionante.  Lo  fácil, lo no joven, lo alienante  es resignarse.