Son palabras de mujer:[1]
¿Qué pasaría si las mujeres le diésemos "la vuelta" al pasado?
Que pasaría si…
Los que aún nos quieren sumisas,
a la hoguera.
Los que aún no nos dejan ser
libres, a la hoguera
Los que aún deciden sobre
nuestro cuerpo, a la hoguera
Los que ahora se sienten
discriminados ante nuestros derechos, a la hoguera
No, no quemaremos a nadie, pero
por mucho menos, en la antigüedad se decidía la muerte de una mujer inocente…
Y, yo, por la intención de esas palabras seducido, digo:
Si. A la hoguera los que os quieren sometidas
a este modelo machista de sociedad competitiva, consumista y capitalista, en la
que quien más puede cercena la libertad de quien menos tiene. Si, a la hoguera
de la INVISIBILIDAD y la INDIFERENCIA.
A la hoguera del DESDÉN, también,
aquellas que, diciéndose realizadas, ajenas en su soberbia a la sororidad,
menosprecian y desacreditan al movimiento feminista que brega por la
emancipación de TODAS, TODOS y TODES.
Si. Los hombres que desde el púlpito de las religiones adoctrinan sobre exigencias y represiones para con la mujer… ¡a la hoguera! A quemarlos con la llama de la DESESTIMA, el DESINTERÉS y el DESAPEGO.
A la hoguera del MENOSPRECIO, también, embajadoras y embajadores de este injusto sistema que, desde su poltrona política claman por una libertad banal e intentan torpedear o sortear leyes favorables al empoderamiento sexual y reproductivo de la mujer.
A quien por los avances de hecho y de derecho en la igualdad de genero se siente maltratado en su “masculinidad” y reacciona con rabia, violencia verbal, vicaria o corporal hacia la mujer. A quien, victimizándose, desactiva desde el Boletin Oficial de su Comunidad autónoma los derechos de aquellas a quien dice querer … ¡a la hoguera
con él! A calcinarlos. A uno con el fuego de una justicia desinfectada de machismo. Al
otro con la energía de la MOVILIZACION SOCIAL, la DESOBEDIENCIA y el OLVIDO. Y junto a ellos, a las desnortadas que los acompañan, amadrinan o defienden.
Y, si. A tí , mujer cuyas palabras inspiran este escrito, te aplaudo porque
continúas con el que aún debe ser el objetivo del 8M, una REIVINDICACIÓN y no
una meliflua celebración. Porque tras esas palabras iniciales, tienes
el valor de manifestar la necesidad de seguir luchando por la memoria de las que
ardieron, de pelear para mejorar un presente que sigue quemando hasta llevar a muchas a la
muerte, y para liberar, definitivamente a las que vienen, de las machistas brasas que aún hoy, laceran vuestro ser de mujer.
.
“Hacia
el machista, ni el más mínimo aprecio". A ese fuego de hoguera, que no a otro, me refiero.
[1]La
autoría del título y encabezamiento de
este artículo es de Ana Belén Flores. Forman parte del microrrelato que presentó al concurso
organizado por la Biblioteca Municipal de Villarta de San Juan con motivo del
Dia Internacional de la Mujer el pasado 8M de este año y hecho público ese mismo día.
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