jueves, 2 de junio de 2011

Ni están ni se les espera


Ni están en Villarta, ni se les espera. Tradicionalmente, con respecto a los nuevos movimientos sociales, los pueblos quedamos los últimos en la lista de espera y en esas estamos con las acampadas hermanas de DEMOCRACIA REAL, YA.  Pero entremos en faena. Me gustaría jugar a un juego contigo. Suele ser bastante común cuando visitamos una ciudad que nos llame la atención algún  o alguna viandante a quién encontramos parecido con cierto paisano o paisana. Ese juego te propongo. Mira la foto siguiente. El joven de la melena rubia lacia, me recuerda a alguien de aquí y el hombre del ángulo inferior, también. Iniciales A.T. , 


   
algo rejuvenecido, eso sí. Tal vez ninguno de ellos haya pensado, ni por asomo, encontrarse allí, pero no es eso lo que importa, sino haceros sentir cercanos a los verdaderos protagonistas. Al del uniforme, no se le ve el rostro, pero si afinase, su actitud y su corpulencia tal vez me trajesen a la memoria a alguien que tú y yo conocemos. La coreografía grupal lo dice todo. Uno. Porra levantada hacia atrás, brazos levantados hacia adelante. Dos. Porra descargando hacia adelante. Brazos tapando cabeza y rostro. Tres. Porra de nuevo hacia atrás. Cuatro moratón, traumatismo, sangre.

  


No son de  Villarta, ni están en Villarta. Pero pongamos que sí. En esta danza de golpes ¿Quiénes sostendríamos la porra y quienes estaríamos al otro lado?  ¿Quiénes y cuantos en nuestro corazón danzaríamos con  unos u otros? No sé si me gustaría saberlo e imaginarlo no quiero.  Podría tener más de una amarga decepción.  

Hay secuencias de imágenes del veintisiete de mayo que durante la última semana emergen obstinadamente en mi memoria.  Especialmente la de los palos que recibió el joven de la camiseta marrón. En vídeo sobrecoge pero cuando al final de la grabación 



ves cómo el muro de espaldas y brazos resiste sin derrumbarse una y otra vez el envite del ciuemisario negro, sientes un gritaraplaudirllorar que es dolor y liberación. 


No tengo dudas. En la movida  gore de la plaza de Cataluña hay hombres dignos  y cabrones. El Conseller lo tiene claro y yo también. Algún descerebrado habrá que no, pero, en aras de un futuro mejor, espero que los jóvenes de Villarta sintonicen conmigo. Así, cuando nos llegue el momento, seríamos  muro contra la involución, el inmovilismo y los enmascarados autoritarismos enquistados en este imperfecto régimen de libertad.



APUNTES











No hay comentarios:

Publicar un comentario