lunes, 12 de diciembre de 2011

Noches Buenas



Esta noche, en miles de hogares, nacerá  una niña o un niño, que hará de la noche una  noche buena.

Anoche, hubo  miles de hogares en los que nació un niño o una niña. En ellos la noche fue, noche buena.

Y así, la noche de antes de anoche, y la de antes, y la de tantas otras de tantos siglos antes, en muchas familias, fue de ser noche buena.

Los hijos que alumbramos son vida desnuda, despojada de cuentos. Si nuestros hijos fuesen hijos o hijas del dios de la nochebuena, habría miles de magos llevándoles oro a sus pies y el mundo sería otro. En las noches  buenas de las que hablo, no hay magos, y, para casi todos, nada de ese oro. Son otros los oros. El rojo de la sangre nueva, oportunidad para que la estirpe no desaparezca; el blanco de buena teta, sustento, néctar de amor, y,  cientos de sensaciones en áureas sinapsis entretejidas, para devenir, con el tiempo en el oro del pensamiento. Dos oros para vivir y otro para existir.

Dos hijos tengo. Desde que nacieron no hay noche, que, por pesares que tenga, no sea buena y  espero que así siga siendo hasta que muera. Por eso, el veinticuatro de diciembre, no tengo nada que compartir con quien celebra  que a un dios se le ocurriese traer al mundo  un hijo para, premeditadamente, hacerle morir. Y menos “pa”  salvarnos…de… ¿qué?.

No hay dios ni patria a quien entregue mis hijos porque no hice mis hijos para donarlos a  nadie. 




2 comentarios:

  1. Suerte que las piras están apagás ( de momento). A los Reyes Magos ni me los toques... Un saludo.

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  2. Si Jesus padeció y murió en la cruz para redimirnos y aún así sigue habiendo hambre, catastrofes,dolor,guerras....no quiero imaginar que sería del ser humano si María no hubiese dicho ¡Sí! Para mi lo mejooor mis hijos. Dia bueno y Noche buena. Un saludo

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