domingo, 1 de febrero de 2015

En clave local (de mi pueblo y de tantos otros)


¿Avanzamos?....       SI/NO

¿Tenemos proyecto de pueblo?....  SI/NO

¿Percibimos  los cambios que se avecinan?  SI/NO  

¿Somos capaces de ponernos a pensar junto a otros?    SI/NO  

¿Somos capaces de trascender las tradiciones?     SI/NO

¿Somos capaces de negociar los problemas  complejos?  SI/NO

¿Somos capaces de inventarnos colectivamente?...SI /NO

¿Tomamos nuestra profesión como un medio para el desarrollo personal?  SI/NO 

¿Renovamos  cada cual  métodos de trabajo? SI/NO       SI/NO 

¿Somos capaces de Intercambiar generosamente conocimientos, información sobre negocios, profesiones…?    SI/NO

¿Estamos resignados  a ser gobernados o decididos a gobernarnos?  SI/NO 

¿Tenemos iniciativa de coordinación y de cooperación?  SI/NO

¿Estamos “cerca”, en el marco de las diferencias individuales? SI/NO

¿Tenemos como objetivo colectivo fomentar el talento individual?  SI/NO

¿Tenemos valentía para afrontar sin cinismo y falsedad nuestras relaciones?  SI/NO

Si  a todo colocas un SI, tú y yo vivimos realidades paralelas. Si a todo colocas un NO, y tras restregármelo por la cara,… ¿estarías dispuesto a colaborar para revertirlo en un SI?  Si tú, yo, aquella, aquél…salimos de nuestras estandarizadas y mercantilizadas repúblicas independientes y afrontamos el presente, introduciendo, como apunta José A. Marina, cambios en nuestras relaciones, podemos, sin ser personas extraordinarias, conseguir resultados extraordinarios.  

No hablo de perfección o santidad, demenciales palabras. Ni de uniformidad,  ni de formar una familia feliz de tres mil habitantes, infantil eslogan del nacionalcatolicismo que aún resuena en bastantes oídos. Me refiero a reorientar nuestra vida colectiva, a primar  la superación personal –que no el individualismo-, incluir la problemática actual en las manifestaciones culturales, tocar a arrebato para plantear colectivamente soluciones a los problemas que nos acucian, alejarse del tradicionalismo rancio ante las incógnitas del presente. De un tiempo a esta parte oigo con cierta frecuencia: “Villarta está muerto”. Y eso duele. Esa frase suena a ausencia de proyectos, a ámbito estéril. Me complacería escuchar a algunos de los cuatrocientos parados cosas como “nos estamos organizando para apoyarnos, interesarnos e involucrarnos en la gestión municipal de los planes de empleo, sentirnos menos solos y buscar posibles salidas a nuestra situación”. Preferiría oír decir a los maestros jóvenes que hace poco han finalizado sus estudios que están actualizando conjuntamente su formación teórico-práctica e introduciendo estrategias nuevas  en las clases particulares en las que se refugian. Y así uno a uno en todos los sectores de nuestra vecindad, en definitiva una actuación que no sea la de limitarse a difundir en las redes eslóganes, fotos o eventos happy-flower; a secundar el mimetismo ramplón que reina en casi todas las asociaciones existentes; ir más allá del “marujeo” institucionalizado; romper las barreras que impone el pensamiento antiguo; debatir –en esta tierra no se debate nada-; tomar en cuenta lo bueno, bello y útil de la expresión individual  marginal sin enmarcarla en inútiles e innecesarias trascendencias; adoptar iniciativas con y para las minorías; avanzar sin destruir a nadie pero sin ceder al lastre de los reticentes; favorecer que nuestra localidad se convierta poco a poco en escuela viva ajena al estereotipo y el esnobismo mercantilista; combatir a los depredadores que hacen negocio con las aspiraciones o necesidades de los demás y que convierten el trabajo en degradación; hacer frente a la burocracia y talante de los sucesivos y efímeros gobernantes locales que ignoran al pueblo en la toma de decisiones importantes (1).

No encuentro una base programática mejor ante las elecciones que se nos avecinan y ya me gustaría que inspirase propuestas concretas a los que están decididos a jugar por un asiento en el ayuntamiento de pueblos como el nuestro. Navegar por las apasionantes aguas del conocimiento colectivo es una empresa que precisa honestidad, rajarse en canal para verse –cada cual es lo que sabe de la vida que vive- y enrolarse con comprometidos compañeros de viaje. De nosotros depende vivir en una sociedad interesante, y esa es nuestra responsabilidad. Lo sabemos, más ¡cuánto cuesta ponerse manos a la obra! Pero es necesario y sobre todo, posible. Somos seres capaces de auto-dirigirnos, de modificar nuestra trayectoria vital. Ahora bien, realizar propuestas que afecten a un colectivo y ejecutarlas exige búsqueda de información y estudio, en definitiva, formación permanente, asignatura pendiente para muchos de nuestros jóvenes, amas de casa, autónomos, asalariados y parados. Lo señaló LÈVY: “Sólo los aventureros del SABER despiertan la tierra.” Una aventura que exige de lentitud y constancia ajenas a la vacuidad que nos atenaza. Apostar por un futuro mejor implica modificar esta situación, de otra manera la parálisis social es inevitable. No hay por qué embarcarse en grandes proyectos, pero es necesario comenzar ya. A ese tipo de aventuras si me presto y me prestaré. A las que impliquen pasar de la mentalidad anclada en el territorio a otra abierta a las posibilidades del conocimiento. A desanclarse de lo establecido para explorar nuevos caminos. A propiciar que se abandone el miedo ancestral en esta tierra a disentir y exponerse públicamente, porque contrariamente a lo que se cree, abrirse, manifestarse, te hace más fuerte ya que cuanto menos escondes, menos dependes de lo que te puedan descubrir. Dice Punset que la felicidad es ausencia de miedo por lo que un colectivo compuesto de individualidades poderosas y con menos miedo será más vigorosa y feliz. Las tensiones en su interior, sin duda serán intensas, pero también lo serán los encuentros y los vínculos sociales.

Un apunte más. Parafraseando a Ludovico Silva, lo importante es cambiar la forma de cambiar.  Un ejemplo. En las pasadas elecciones sustituimos al partido gobernante sin que la vida municipal se haya tan siquiera mínimamente transformado. Los mismos defectos (algunos incluso más acentuados),  la misma falta de visión, la misma ausencia de proyecto de pueblo que sus antecesores. Llevar a cabo una modificación en la línea de actuación municipal, hubiese precisado de evaluación, planificación y movilización comunitaria, proceso que no se llevó  a cabo. El cambio al que me refiero  vendrá porque sea sentido como necesidad o no vendrá. Sólo quienes la sintamos estaremos dispuestos a dar el siguiente paso, concretando algún proyecto en el área de nuestra especialización. Será, dadas nuestras limitaciones, de escasa envergadura, pero siempre que suponga un paso hacia adelante, merecerá la pena. En el ámbito de mi profesión, ya tengo alguna idea al respecto a la que espero dar forma en un futuro próximo.  Animo desde aquí a los que no se dejan contagiar por la abulia ni  por quienes han convertido el anquilosamiento y la ignorancia en su propia cárcel, a asociarse y a “pringarse” por un pueblo mejor. Solo hay que arremangarse. Villarta lo exige y se lo merece. 



(1)     Hemos asistido a la inauguración de un nuevo  auditorio.

- Se empezó a construir con la anterior corporación (PSOE).

- No se divulgó entre la población sus características ni su coste. El presupuesto era de  un millón cien mil euros.

- No se revisó por sus promotores ni se consultó la oportunidad de tal gasto aunque ya había comenzado la crisis económica. Vieja política: el pueblo no cuenta.

- El coste final ha sido de un millón setecientos mil euros con una desviación presupuestaria de 600.000 euros (casi un 55% más del gasto previsto), lo que para un pueblo de 3000 habitantes es una cantidad considerable. O no estaba bien hecho el presupuesto o se ha gestionado mal, o las dos cosas.

-En contra de lo que ha publicado el portavoz del PSOE en el ayuntamiento, al pueblo, es decir a todos nosotros, el auditorio nos ha costado 770.858 euros procedentes del canon de  las plantas termosolares, que eran nuestros y se podrían haber invertido de otra manera. Personalmente opino que no debería de haberse pasado del millón trescientos mil euros. No están los tiempos para funcionar como nuevos ricos.  De esa manera se hubiese dispuesto de cuatrocientos  mil euros para realizar otras inversiones.

-La actual corporación (PP) tampoco difundió la previsión del  coste de su finalización, sobre la que podríamos haber opinado dada su magnitud, ofreciendo alternativas. Continuación de la vieja política: el pueblo no cuenta.

-La desviación presupuestaría, gestionada por el actual equipo de gobierno y apoyada por la oposición abre interrogantes. ¿Razones de tan gran aumento de gasto? ¿Cómo se ha hecho la adjudicación de proveedores? ¿Intermediarios? ¿Ha habido transparencia en su gestión?  Información sobre el particular no se nos ha dado.

- El funcionamiento que he descrito es el que se considera “normal” por quienes ostentan puestos políticos en nuestra localidad. Se habla de la categoría del auditorio. Hombre, con el dineral gastado no podía ser de otra manera. Para mí, lo normal hubiera sido construirlo  desviándose lo menos posible del presupuesto,  y además haber realizado una inversión que hubiese podido generar otros beneficios para el pueblo. Y no me vengan con que es un dinero con el que no se podría haber hecho eso, porque del millón doscientos mil euros que se ingresaron de las plantas termosolares, la actual corporación ha empleado cerca de quinientos mil euros en gasto corriente,  debido a que la Junta de Castilla la Mancha no abonaba  el dinero que nos debía.

-Los ciudadanos hemos visto crecer el auditorio como quien ve crecer una seta sin cuestionarnos lo que nos supondría y si se podría haber llevado a cabo de otra manera. No niego la necesidad que como pueblo teníamos de él, pero sí la cantidad invertida  y el procedimiento seguido. Ya está ahí y como todos vosotros lo disfrutaré cuanto pueda. Pero es ejemplo de una forma de entender la política que debe desterrarse y que no lo será si los ciudadanos no nos lo proponemos. Hay  un par de detalles que quiero resaltar. Yo habría puesto en la placa de inauguración del auditorio: “Auditorio inaugurado por el pueblo de Villarta el 23 de Enero de 2015” .Por el contrario, personalizar su inauguración en la primer edil me parece una postura trasnochada, que auspicia el personalismo, intencionalidad que no comparto. En segundo lugar, la última reforma de la plaza del Ayuntamiento se llevó a cabo tras  un concurso local de ideas.  Ahora, con el auditorio,  no se ha contado con la ciudadanía ni tan siquiera para ponerle nombre. Un auditorio para el pueblo pero sin el pueblo.



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